Hoy traemos a César Martínez Adánez un ejemplo para todos los que le conocemos, queremos y admiramos, tanto como deportista como ser humano entrañable y divertido. Un tipo con una voluntad de hierro, no en vano a base de esfuerzo y ánimo mantiene al “Parkinson” a raya desde hace ya unos años.

• Buenos días César, para comenzar ¿nos podrías decir tu edad y en que año te uniste al Club Ciclista de Majadahonda?
• A mis 75 años, ya no los cuento, he cumplido en el Club Ciclista Majadahonda 12 años, gracias a Manolo Valle y Josef Prischl (grandes del C.M.M), que me apadrinaron.
• Anteriormente ¿practicabas algún deporte?
• Hasta juveniles, la gran pasión, el fútbol, en la época de los dioses Di Stefano, Kubala, Zarra, Gainza. Mi paso por el atletismo empezó con pruebas de velocidad y terminó en el Marathon, a punto de cumplir 40 años, con una marca de 2h 30m 49s.
• ¿Cuántos días dedicas a la semana a entrenar y cuántos kilómetros recorres cada día?
• En años anteriores, hacía en bicicleta 16.000 kilómetros al año. Este año, entre confinamiento y dolencias, no llegaré a la mitad.
• ¿Cómo es posible que después de tantos años de actividad deportiva sigas al pie del cañón?
• Si sigo al pie del cañón es por este magnífico club de grandes amigos, de los que siempre se aprende y a los que estoy inmensamente agradecido.
• ¿Qué recomendarías a las nuevas generaciones de deportistas tanto del Club Ciclista Majadahonda como de cualquier otro club o deporte?
• Sentido del humor. Un día subiendo en bicicleta el Puerto de Galapagar, me puse a tocar la armónica en “re menor” y me pegué un guarrazo en “La mayor”.