- Se trata de dispositivos preventivos, no sancionadores, que informan sobre la velocidad a la que circulan los vehículos en la zona, advirtiendo al conductor cuando sobrepasa los límites establecidos.
- Están ubicados en la avenida de España; carretera del Plantío; avda. de los Reyes Católicos; avda. de Guadarrama y la calle Joaquín Turina.
El Ayuntamiento de Majadahonda ha instalado 5 radares “pedagógicos” en otras tantas ubicaciones repartidas por el término municipal, con el objetivo de concienciar a los conductores de la necesidad de respetar los límites de velocidad para evitar situaciones de peligro y accidentes. Los radares pedagógicos, a diferencia de los convencionales que detectan y sancionan las infracciones, tienen una función preventiva y educativa además de servir para registrar datos estadísticos de la circulación, como velocidades medias o intensidad de vehículos.
Constan de un sensor láser que mide en tiempo real la velocidad de los vehículos que se aproximan y de una pantalla LED que muestra si está dentro de los límites establecidos para la vía o si los sobrepasa. En función de cada caso, la información aparecerá en verde (velocidad adecuada) o rojo (exceso de velocidad), junto con mensajes e iconos que refuerzan sus objetivos pedagógicos. Estos radares no tienen como objetivo sancionar a los conductores infractores. Las pantallas utilizan tecnología de alta luminosidad, fácilmente visible en cualquier momento del día o de la noche, y funcionan con tecnología LED, de reconocida eficiencia energética y larga vida útil.
Los 5 radares pedagógicos de Majadahonda están ubicados en la avenida de España, a la altura del número 50; carretera del Plantío, a la altura de los números 27-29; avenida de los Reyes Católicos, en las proximidades del CEBIP Antonio Machado; avenida de Guadarrama, a la altura del IES Leonardo Da Vinci y calle Joaquín Turina, 34, en las inmediaciones del CEIP Santa Catalina.
El concejal de Movilidad, Ignacio Silván, explica que “los radares pedagógicos son una herramienta muy útil para persuadir a aquellos conductores que circulan a mayor velocidad de la permitida en una vía a levantar el pie del acelerador y circular con plena conciencia. Es una llamada a la responsabilidad de todos cuando estamos a los mandos de un vehículo, ya sean coches, bicicletas o monopatines, y el objetivo no es otro que proteger a los peatones”.
El Ayuntamiento de Majadahonda ha empleado 18.077,40 euros en la instalación de estos dispositivos disuasorios que funcionan desde hace algún tiempo en otras ciudades españolas, como Barcelona o Málaga, con buenos resultados.